... Sigo con el cabestrillo. Aunque afortunadamente puedo quitármelo a ratos, y mover un poco el brazo, pero aún no puedo liberarme del todo. Hasta he pensado que voy a comprarme un par de cabestrillos de colores para ir conjuntado, que el color sepia del que llevo no me conjunta con las camisas azules y los pantalones negros. Antes muerta que sencilla, siempre.
De todas formas, puedo escribir ya con las dos manos, y también puedo conducir, cosa que es un alivio, ya que ahora que he empezado las clases, y que tengo una hora entre el fin de la jornada de trabajo y la primera clase, no puedo fiarme del metro, más aún con las obras que hay por Madrid, que cada vez que se estropea algo, acaba inundándose el metro. ¡Bendito Alcalde!, ¿ Es que no habrá nadie que lo mande a su casa? Hablando de este singular personaje, amigo del dinero ajeno, hace dos días me llegó una multa a casa. Una multa de esas que son tan famosas por lo increíblemente absurdas que son: por circular por el túnel de la M-30 (que aunque me mandaron la foto no se que tramo es, porque me llegó ayer la multa, y es del 15 de Agosto), donde el límite de velocidad son 70 km/h, y el radar me sacó la foto cuando yo circulaba a ¡¡¡¡74 km/h!!!! Es increíble. Ya no tanto por lo absurdo de la multa, sino por la cuantía de la misma, ya que me pide nuestro querido alcalde, 90 euros por exceder en CUATRO kilómetros por hora el límite de velocidad, teniendo en cuenta que por un lado, los cuentakilómetros de los coches no son exactos, y menos el del bólido, que seguro que está desajustado, como todo en él; y por otro lado, que los radares no son del todo fiables, y mucho menos exactos.
Hace unos días, mi profesor de derecho constitucional dijo que los ciudadanos estamos indefensos ante el poder político, y ante el poder público: si yo pongo un recurso, a mi me lo deniegan rápido, claro, ellos tienen abogados del estado, a los que cada litigio que tienen ponen recursos. Por supuesto, para ellos un juicio no tiene costas: pero, ¿cuanto cuesta un juicio a un ciudadano de a pie? miles de euros, costas, dietas de abogados, horas de trámites... Dicho todo esto quiero decir una cosa, y que puede que a partir de aquí me haga ganar algún enemigo. A pesar de eso, no soy militante del PSOE ni mucho menos; pero desde aquí, hoy quiero gritar...
¡¡¡¡¡¡¡GALLARDON VETE DE MADRID!!!!!!!!!!
y no tengo más que decir por hoy.
Perdón, pero es que vivir en Madrid, por culpa de este pájaro, me sale demasiado caro, y sin tener derecho a nada. Lo malo es que me tocará seguir ahondando en el tema de vez en cuando.
